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Meritxell Puigoriol Escribà • 14 de enero de 2019

Mi perro no se deja cepillar

Qué hacer para conseguirlo

Es habitual que un perro que no se cepilla con frecuencia no se deje cepillar. ¿Por qué? Primero porque no está habituado y no entiende este momento como un contacto agradable con su dueño, opone resistencia y hace que nosotros forcemos la situación, ninguno de los dos está relajado y entramos en un tira y afloja a ver quién puede más y gana la situación, además si tiene nudos le hacemos daño cada vez que damos tirones. Podemos corregir la situación con un poco de tiempo y paciencia, pero sobre todo con constancia.


Primeramente hay que buscar un momento tranquilo, relajarnos y conseguir que el perro lo esté también. Si es un perro pequeño o mediano es aconsejable ponerlo sobre una mesa, nosotros trabajaremos mejor y él está en un lugar diferente en el suelo, la altura provoca cierto recelo. Antes de empezar procuraremos tener alguna golosina para premiarlo al terminar la sesión.


Empezamos a cepillar con suavidad, tranquilamente. Vamos parando y haciéndole caricias, hablándole relajadamente. Volvemos a cepillar, si hay nudos los dejamos, más adelante ya los arreglaremos nosotros o bien en la peluquería. Lo importante es que el perro entienda el momento.


Evidentemente no conseguiremos de la noche a la mañana algo que no hemos hecho nunca. El primer día con 5 minutos es suficiente, el segundo día un poco más y así sucesivamente hasta que lo podamos cepillar todo. Cuando acabamos la sesión siempre hay que premiar al perro.


Hay que ser muy constante y repetir el gesto cada día. Poco a poco veremos que el perro no opondrá resistencia a la sesión de cepillado e, incluso, le será agradable.


Esta técnica también se puede aplicar a cachorros.

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Cambio en el horario de atención al público
Muda en perros
Por Meritxell Puigoriol Escribà 23 de noviembre de 2020
La muda en el perro, es un proceso natural para regular su temperatura corporal. Todos los perros mudan, pero según sea su tipo de manto, sus mudas son más abundantes o menos. En los perros que habitan en el exterior, este proceso tiene lugar dos veces al año, primavera y otoño. Durante la primavera, se realiza la muda más importante, básicamente del subpelo o pelo secundario (esa lanilla que encuentras por toda la casa y se agrupa en bolas, ¡como esas del oeste, sí!) para preparar su piel para el verano, para que pueda transpirar y refrescarse con la circulación del aire por su interior, pero manteniendo la capa exterior para la protección de los rayos solares y así mitigar el calor que llega a la piel. En otoño, hay una segunda muda, en este caso más ligera y donde también interviene el pelo primario o de cobertura, para prepararse para el invierno y protegerse del frío y de la lluvia. En la actualidad, la mayoría de los perros conviven con nosotros en el interior de nuestras casas, que están bien climatizadas tanto en invierno como en verano, y las mudas, antes estacionales, se convierten en perpétuas. De ahí la constante caída del pelo. ¿Cómo podemos ayudar a nuestro perro? Con cepillados frecuentes, profundos y mucho mantenimiento, que puedes realizar tu mismo, pues existe un sinfín de herramientas que te van a ayudar, o bien, acudiendo a nuestro centro. Consultános y disfruta de tu perro cuidado y limpio, así como de tu hogar más libre de pelos.
Vida de Gos 10 años peluquería canina
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En junio de 2010, Vida de Gos abrió sus puertas, con la intención de mejorar la peluquería canina que existía hasta entronces en nuestra población. Desde nuestros inicios, hemos apostado por ofrecer un servicio de peluquería canina profesional y de calidad. Gracias a todos nuestros clientes y amigos por su apoyo y confianza.
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